domingo, 6 de septiembre de 2009

Sorpresa Inesperada

Luego Salí disparada por la puerta principal y no se porque pero me gire hacia el estacionamiento, y me quede petrificada con lo que vi, eso era, era un…

¡UN AUTO! Y para ser más especificas un precioso Jaguar Negro. No lo pensé dos veces y me acerque a el, en el vidrio del conductor tenia una especie de sobre, lo tome y abrí.
Era una nota... una nota de mis padres
Decía algo sobre que este era un regalo por lo buena chica que había sido hasta ahora y que lamentaban no haber podido entregármelo personalmente y que..
¡ERA MIO!
Ahhhhhhhh ¡OH POR DIOS! De tanta emoción deja caer la carta al suelo y empecé a saltar como una idiota, después fui conciente de lo que estaba haciendo y tome nuevamente el sobre.
Por ultimo decía que mejor me esperara un poco más hasta los dieciséis para poder sacar mi licencia de conducir y así poder usarlo legalmente.
Traducción: no puedes usarlo aun, debes esperar hasta tener tu licencia.
Cielos, siempre mis padres y sus preocupaciones.
ALTO ¿Que tenia que esperar? Yo no podía darme el lujo de eso ahora, asi que sin pensarlo siquiera corrí dentro de la casa y fui a la entrada a tomar las llaves a las que primero no les di demasiada importancia, una vez que las tuve en mis manos me dirigí al coche abri la puerta del conductor y subí.

Bien, respira Kris, respira calmada-me repetía una y otra vez.
Ahhhhhhhhhhhhhhhh
¿Cómo que calmada? es decir ni siquiera sabia manejar, al menos no demasiado bien, entre mi padre y mi hermano me habían dado unas cuantas lecciones pero a decir verdad creo que era mejor en la teoría que en la practica.
Decidí dejar de darle tantas vueltas al asunto y olvidarme de mis inseguridades por un momento.
Introduje la llave y el auto encendió con un ensordecedor rugido, pero extrañamente resultaba agradable, bien hasta ahora vamos bien!, me dije a mi misma.
Luego al fijarme en la palanca di gracias a dios de que fuera automático.
Suspire aliviada y pise el acelerador, al hacerlo solté un grito ahogado, solo medio coloque el pie sobre el y enseguida este hizo que el auto avanzara tan rápidamente que me asuto lo que hizo que pisara el freno precipitadamente, el auto diera un giro y los cauchos del mismo chirriaran, dejandome totalmente mal estacionada en medio de la calle.
Varias personas que se encontraban en ella en ese momento se giraron en mi dirección, y no estuve segura de si fue por mi gran estupides o para admirar aquel grandioso auto que era conducido por tan solo una novata, pero eso no evito que me pusiera colorada, la gente se quedaba observando fijamente en mi dirección, y yo pensé es que acaso no tenían siquiera un poco de discreción?, hasta donde yo sabia era de muy mala educación quedarse mirando de esa forma a cualquier persona, pero luego recordé que los vidrios tenían un papel tan oscuro que hasta a mi me costaba un poco ver al exterior, lo que me hizo suspirar aliviada al menos nadie sabría que era yo quien se encontraba al volante.
Respire profundamente y apenas rose el acelerador con mis converse negras, al darme cuenta poco a poco le fui tomando el ritmo al acelerador los espejos, freno, TODO. Y observe un momento en el tablero del auto el reloj que este tenia, las siete y veinticinco, bueno era mucho más temprano de lo que pensaba al menos, sentía que había pasado una eternidad desde que Salí de casa.
Mientras casi llegaba al colegio me puse a pensar en lo fastidioso que resultaría el llegar al instituto en este auto , ya que seguro miles de miradas curiosas se posarían sobre mi, suficiente había tenido con el día anterior, aunque pensándolo bien seguramente no abría casi nadie en el estacionamiento ya que probablemente casi todos los alumnos y profesores se encontrarían es sus respectivas clases, intente aferrarme a ese pensamiento positivo en el que llegaría y nadie me vería pero al entrar en el aparcamiento cualquier recuerdo de aquel pensamiento se esfumo.

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